Recuerdos...

Siempre que hablamos de un recuerdo, lo hacemos con añoranza.
Siempre que queremos contar una historia que reside en nuestra memoria, intentamos ponerle tanta emoción y énfasis, que parece que la estemos volviendo a vivir.
Aún haciendo todo lo posible para transmitir las emociones de esa historia, siempre nos quedamos con la sensación de que hemos fracasado con la retransmisión, cual periodista que canta el gol antes de que el balón cruce la linea de fondo, y este acaba saliendo por encima del larguero.
"Y cuando creía que el perro le iba a morder, aparecí y le quité al chucho de encima"; quieres sentirte el héroe otra vez, y cuando crees que lo has conseguido, tu amigo dice: "eso no es nada, yo...". Y ahí acaba tu minuto de gloria. Sin saber que el recuerdo es lo único que nos queda de las glorias pasadas, de lágrimas y risas; de vivencias que siempre serán recordadas.