La felicidad no tiene que ser una meta, sino un estilo de
vida. La felicidad estriba en la capacidad de ser conscientes de que todo
cuanto estamos viviendo, aunque sea el mero hecho de vivir, no es algo que se
nos deba sin más. Así se puede ser feliz de manera simple, sin demasiados requisitos.
Cierra los ojos. La vida es simple, más simple: es un caramelo, no demasiado
dulce, que debemos dejar disolver en la boca, sin prisa, sin masticarlo,
dejándolo hacer.
domingo, 7 de julio de 2013
La felicidad.- Federico Moccia, Perdona si te llamo amor
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