Y después salen corriendo, huyendo veloces, gritando como
otras mil veces. De día, de noche sin faros, chillando hasta desgañitarse,
dueños de todo, dueños de la vida. Y esa conciencia le hace aún más daño. Se
creían inmortales y no lo eran.
domingo, 7 de julio de 2013
Correr como si no hubiese mañana, como si todo tuviese sentido.- Federico Moccia, A3MSC
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