Es igual que cuando, en esas noches de tormenta, te acurrucas en la cama y sueñas despierto, y recuerdas una y otra vez tus propias historias pero cambiando el final, o modificando una parte que no te gusta como quedó... Ralentizando las partes más bonitas, y acelerando las partes más oscuras.
Cuando nos queramos dar cuenta que era el amor lo que nos salvaba, estaremos perdidos.
No hay nadie que no sepa amar; se ama por naturaleza, por instinto. Somos seres racionales que perdemos la razón cuando amamos.
Sabemos querer, eso está claro. Y además, sabemos querer de distintas formas.
Amamos a quien vela por nosotros en nuestras peores noches, a quien nos levanta el ánimo sin importar la razón por la que estábamos sollozando. También, sabemos amar la belleza física, y nos recreamos en el deseo de poseer ese físico.
Unas veces, amamos sin medidas, volando de la mano de nuestra imaginación. Otras veces, amamos sujetos a la realidad, sabiendo el peligro que se esconde tras ese amor. Pero aún así, amamos.
Cuando nos queramos dar cuenta de que estábamos vivos, estaremos muriendo.
Y será nuestra peor agonía: morir pensando en las cosas que pudieron ser y no fueron.
"Yo se que la voy a ver... y me enamoro, otra vez"
Ahora que solo estamos dormidos, despiértate y hazlas.
UPSOCL ->
http://www.upsocl.com/mujer/cuatro-personas-se-declararon-a-sus-amores-platonicos-demasiado-tarde/
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